Partimos del pueblo de Canencia, avanzando hacia el Norte por la Calle Real hasta la calle Vaquerizo, que tomaremos a la derecha hasta salir del pueblo, donde tomaremos el primer camino a la derecha , que corresponde con la calle del Potro por donde continuaremos (si tomamos el segundo también nos llevará en buena dirección).

Más adelante , nuestro camino se desvía del principal por la derecha para descender hasta el arroyo del Batán, junto a una pequeña presa, por la que lo cruzaremos y continuaremos camino remontando su curso por un sendero en la otra orilla. En realidad, al embalse llegan dos arroyos, y el que remontamos tras haber cruzado por el embalse es el Arroyo de Matallana. El sendero discurre entre matorrales que lo ocultan y hacen muy fácil perderlo, pero con la referencia del arroyo, seguiremos al menos la buena dirección. Por el camino podremos visitar las cascadas de Rovellanos.

Arriba del todo nos espera el collado, tras una zona encharcada, se trata de Collado Abierto . Cruzaremos la alambrada y giraremos a la derecha en paralelo a la misma, ascendiendo por un camino bien visible hasta lo alto de Cabeza de la Braña .

Iniciaremos el descenso, aún con la alambrada a nuestra derecha, hasta llegar a un paso al otro lado , continuando por el camino en su descenso hacia Canencia. Algo más abajo, un camino se bifurca a la derecha casi en horizontal pero el nuestro continúa su descenso hasta que, tras un amplio giro a la izquierda, llegamos a una bifurcación de varios caminos , de los que tomaremos el primero a la derecha, casi parelelo al que traíamos. Se trata del Camino de Miraflores de la Sierra, por el que seguiremos el descenso sin dejarlo hasta entrar de nuevo en el pueblo de Canencia . En algunos puntos, algunos propietarios de fincas han levantado vallas en el propio camino, que a su pez los paseantes han forzado y los propietarios intentado reparar, en una lucha entre la libertad de paso y los intentos de apropiación de vías públicas.